Es la comunicación, estúpidos

No alcanza con tener razón en lo económico, si se pierde la batalla por el sentido. Un recorrido por la semana, desde Palestina hasta Plaza de Mayo, para entender por qué la disputa central es simbólica y comunicacional.

Editoriales - #NuestraMirada07/12/2025Martín OrellanoMartín Orellano

Cuando intento hacer silencio para ordenar ideas, siempre vuelve lo mismo: todo aquello que nos atravesó en la semana. Miramos el mundo y vemos a Rusia sentándose con India para comerciar en sus propias monedas; vemos a Trump bajando el tono con China cuando se sientan cara a cara. Mientras tanto, en Palestina, el “alto el fuego” no es más que una máscara que permite seguir avanzando sobre un pueblo prácticamente aniquilado. Décadas de ocupación y violencia, resumidas en titulares que duran dos minutos.

Pero volvamos a casa.

En Argentina apareció un hashtag surrealista: #GraciasMilei. Gracias por los aviones F-16, máquinas viejas sacadas de la primera película de Top Gun, no de la última. Y, aun así, noteros encuentran personas llorando en Plaza de Mayo, agradecidas, sintiéndose “orgullosas de ser argentinas” porque llegaron unos fierros usados.

milei-petri-presentacion-f16-argentina

Simultáneamente, otros periodistas salen a la calle con un micrófono y preguntan a la gente cómo está. La respuesta es siempre la misma: mal. No alcanza. Personas con dos trabajos llegan al cinco de diciembre pidiendo plata prestada para comer. Y cuando les preguntan por el gobierno, responden: “La política no me interesa, yo igual tengo que salir a trabajar gane quien gane”.

Lo entiendo: sobre esto hablamos mil veces. Pero sigo en loop, repitiendo el mismo mantra: no es la economía. Es la comunicación.

Un amigo me discute: “No, es la economía, fijate: inflación, FMI, préstamos, swap, dólar, planchar precios”. Pero no. Si la representación mayoritaria de los trabajadores no puede convencer a quienes están fundidos de que un proyecto neoliberal nunca los va a salvar, el problema no es material: es simbólico. Es comunicacional.

Y ya lo vivimos. No funciona ahora, no funcionó en los 90, ni en los 70. Eso no es adivinación, es historia. Sabemos qué mecanismos empujaron cada crisis: desde el 29 de abril de 1982, cuando la Plaza pedía paz y trabajo y los militares, en su desesperación, convocaron a la Guerra de Malvinas porque el proyecto económico estaba agotado; pasando por la “revolución productiva” que terminó siendo relaciones carnales y 52% de pobreza; hasta el estallido del 2001 con su tragedia cotidiana de salir a buscar trabajo y comida cuando no había nada.

Conocemos esas crisis porque las vivimos. En mi caso, 50 años: atravesé el 89, el 2001 y estoy viendo construirse otra crisis frente a mí, como quien mira un auto ir a 200 km/h contra una pared.

Y lo más brutal: si hoy Milei se presentara a la reelección, no tenemos la certeza de que no ganaría. La construcción de sentido se hizo. Se solidificó. Está adentro. Hay compañeras y compañeros en la pobreza que siguen creyendo que “cuando rebalse el vaso” algo les va a tocar. Nadie les está mostrando un sueño mejor.

Nadie está proponiendo un sueño.

Ese es nuestro problema: no tenemos resortes comunicacionales para convencer, convocar, proponer. Nadie está diciendo: “Si ganamos, tu vida va a mejorar”. Nadie está planteando públicamente un proyecto con esperanza. Hay células sueltas, islotes dispersos que no interpelan a las mayorías preocupadas por conservar sus pocas certezas.

Muchos tienen vergüenza de decir “soy peronista”. Muchos se camuflan detrás del “yo no me meto”, se esconden detrás de la pauta, detrás del silencio que solo fortalece al enemigo.

Ahí está nuestro desafío. Ahí está nuestra militancia.

Sostener un micrófono, con puño cerrado y brazo levantado, para convocar a imaginar un país distinto. Recuperar el sueño no desde la grandilocuencia, sino desde el lugar que nos pertenece: el de las y los trabajadores.

Porque no es la economía, estúpidos. Es la comunicación.

Te puede interesar
G6o3rpjW4AAP5Ti

Ídolos con pies de barro o de oro embarrados

Darío Forni
Editoriales - #NuestraMirada02/12/2025

Los Deportes entre otras cosas fueron organizados para soltar nuestras emociones según los marcos de racionalidad y rutinas impuestas por los sistemas sociales de las revoluciones burguesas. El futbol permite gritar, soltar la alegría sin freno o la tristeza del mismo modo, nos permite a los hombres llorar sin miedo y con orgullo, pero ese camino finalmente llega a que sea cultura, y sea nuestra herramienta de distinción

IMG-20251029-WA0001

De Bibliotecas y Delfines

Carlos Borgna
Editoriales - #NuestraMirada29/10/2025

En Cuba, cuando una tormenta tropical comienza a transformarse en huracán, se pone en marcha todo un operativo de prevención, se va informando día a día como avanza el mismo, en que zonas impactará, cuáles van a ser las afectaciones en cada lugar del territorio.

enrique-vallejosjpg

Consecuencias

Carlos Borgna
Editoriales - #NuestraMirada15/10/2025

El descrédito político tiene una larga historia donde la palabra "traidor" es difícil de esquivar en muchos casos cuando se cambian las identidades

Lo más visto
images

Es la comunicación, estúpidos

Martín Orellano
Editoriales - #NuestraMirada07/12/2025

No alcanza con tener razón en lo económico, si se pierde la batalla por el sentido. Un recorrido por la semana, desde Palestina hasta Plaza de Mayo, para entender por qué la disputa central es simbólica y comunicacional.