
La actividad se desploma y la capacidad instalada quedó cerca del 40 por ciento
La iniciativa, que se discute en el marco de una reunión entre Milei y el presidente Donald Trump en la Asamblea General de la ONU, busca evitar un default en 2026 y estabilizar la economía ante presiones financieras crecientes.
Economía22/09/2025
La Mecha EncendidaEl gobierno argentino, liderado por el presidente Javier Milei, avanza en negociaciones con Estados Unidos para obtener un préstamo extraordinario de 30.000 millones de dólares, destinado a pagar vencimientos de deuda pública y privada en los próximos dos años, y a fortalecer las reservas del Banco Central. La iniciativa, que se discute en el marco de una reunión entre Milei y el presidente Donald Trump en la Asamblea General de la ONU, busca evitar un default en 2026 y estabilizar la economía ante presiones financieras crecientes.

Las conversaciones, que involucran directamente al secretario del Tesoro estadounidense Scott Bessent, se encuentran en una etapa avanzada, aunque el monto final aún está bajo revisión. Fuentes cercanas al Ejecutivo indicaron que el anuncio podría producirse en los días previos a las elecciones legislativas del 26 de octubre, siempre que no haya demoras burocráticas. "Venimos trabajando en esas negociaciones que demandan tiempo, pero hasta que no está confirmado no hacemos anuncios. Pero sí estamos trabajando muy fuertemente, estamos muy avanzados y bueno, digamos, es cuestión de tiempo también", expresó Milei en recientes declaraciones.
Un salvavidas ante vencimientos críticos
El préstamo se propone como un "colchón" para cubrir pagos que ascienden a miles de millones de dólares en el corto plazo. Según datos del Ministerio de Economía, entre el último trimestre de 2025 y la primera mitad de 2026, Argentina enfrenta obligaciones por unos 21.534 millones de dólares, distribuidos de la siguiente manera:
Estos vencimientos incluyen deudas con el FMI y otros multilaterales, así como instrumentos emitidos en el mercado. Sin financiamiento adicional, el país podría caer en cesación de pagos, un escenario que Milei descartó al afirmar: "Nosotros teníamos claro que este año iba a ser muy complicado y ya habíamos empezado a desarrollar estrategias para cubrir los pagos que tiene Argentina el año que viene, que son 4.000 millones de dólares en enero y 4.500 millones de dólares en el mes de julio".
El depósito del préstamo en el Banco Central no solo facilitaría el pago de estas obligaciones, sino que también blindaría al país contra fluctuaciones abruptas del dólar, que podrían desestabilizar el programa de ajuste económico impulsado por el gobierno libertario.
Las negociaciones se enmarcan en un contexto de tensiones comerciales globales, donde Estados Unidos busca contrarrestar la influencia china en América Latina. Pekín ha ganado terreno en licitaciones nacionales y provinciales argentinas, lo que Washington considera una amenaza estratégica. El préstamo podría alejar a Buenos Aires de Beijing y fortalecer la alianza con Trump, quien ha expresado apoyo explícito a Milei.
Internamente, el gobierno enfrenta desafíos de la oposición kirchnerista, que presiona por mayor gasto público en un año electoral. El préstamo llegaría como un impulso para renovar el Gabinete y el Congreso, alineándose con preferencias estadounidenses de mayor alineación ideológica.
Se estima que el financiamiento cubriría los vencimientos de 2025 y 2026, reduciendo el riesgo de crisis cambiaria y permitiendo al gobierno enfocarse en la desregulación y el superávit fiscal. Sin embargo, figuras como Kristalina Georgieva (directora del FMI) y Larry Fink (CEO de BlackRock) han sido mencionadas en discusiones paralelas, aunque no participan directamente en estas tratativas.
Si se concreta, el acuerdo representaría un hito en la relación bilateral, similar a préstamos históricos como el de 1982. Mientras tanto, el mercado financiero argentino observa con atención: el bono soberano AL30 subió un 1,5% tras filtraciones sobre las negociaciones, reflejando optimismo cauteloso. El desafío ahora es cerrar detalles técnicos para que el salvavidas estadounidense evite que Argentina navegue al borde del abismo financiero.

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