Cine Guerrilla o como dejé de amar el presupuesto y me convertí en todo por dos pesos!

Comienzos del años 2010, mi amiga Ro Luna me convoca para participar del rodaje más loco en el que participé. El proyecto comenzó como una tesina de un alumno de cine de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) de la ciudad de Rosario, Edgardo “Caco” Levita, un extraño guionista y director que tiene el entusiasmo de Ed Wood y la visión chicata de George Romero y Edgard Wright.
Un guión divertido, que amontona un toco de referencias de la cultura pop y repasa el cine de género sobre nuestros amigos muertos vivos, todo esto atravesado por una nube lisérgica de marihuana y lsd.

La pregunta que siempre me hacen al terminar de ver el film es: ¿Cómo hicieron esto y sin las ayudas canónicas que hay en Argentina? 

La respuesta a eso es simple de pensar pero difícil de llevar a cabo. Partiendo de la base que había un pequeño presupuesto acomodado por el Director en forma de algo de efectivo y de crédito que nos brindó el mayor accionista, vamos a llamarlo Sr. Levita. Luego de esa base, que para ponerlo en términos futboleros, alcanzaba para competir en el Federal A; fue todo sudor, ingenio, lágrimas, risas, mucho huevo y ovarios puestos al servicio del arte por el arte.
Así nació el pequeño monstro llamado “Ataque Ceniza”, el primer largometraje sobre el subgénero de zombies de toda la provincia de Santa Fe y al día de hoy sigue invicto.

¿A qué me refiero con ayudas canónicas en el mundo audiovisual Argento? Pues a las brindadas por la casa madre del cine, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales o/u otras instituciones estatales.

Mi experiencia en este rodaje fue por una montaña rusa de emociones. Comencé esta producción como microfonista, seguí como sonidista, asistente de dirección, producción, producción ejecutiva, prensa y extra. Realizaba varios roles al mismo tiempo en muchas ocasiones.
El tiempo total que llevo este film fue de 4 años, entre pre producción, rodaje y post producción, la primera razón es que se acababa el dinero y había que juntarlo nuevamente, la segunda razón fue que organizar la cantidad de zombies que requería el rodaje llevaba tiempo, pues juntar 20 o 30 personas para realizar jornadas de hasta 12 horas diarias era difícil de coordinar y obviamente dinero, porque necesitabas alimento y alguna que otra comodidad para que los extras no la pasaran mal o se aburrieran.
Sin entrar en spoilers, el guión contaba con un momento de mucha producción, “la barricada”, se llego a juntar en total 75 extras en una locación que se consiguió prestada en una jornada que comenzó 6 a.m. y finalizo a las  20 hs. en pleno invierno, debo atribuirle a mi ego el orgullo de haber llevado a buen puerto toda la pre producción y el rodaje de ese “evento” en el film.

Para que fuera posible todo se debía hacer sin pagar un peso, pues el dinero que se juntaba era para equipos, maquillaje, catering y transporte.
Otro ejemplo de lo que me tocó producir, fueron los laboratorios y todes les personajes que aparecen allí, el lugar elegido o que se pudo conseguir con la colaboración de otra excelente productora rosarina como es Pamela Carlino, fue la Escuela Normal 2 de Rosario, que en ese momento contaba con un completo laboratorio químico.
El film contaba con un guión firme y que cerraba, pero en el medio se tuvieron que hacer cambios pues a veces no se podían conseguir lugares, o algún actor no podía y había que trasladar la producción a un domicilio en particular. Muchas veces se recorría la ciudad en busca de lugares y lo que se adaptaba era el guión, se armaba en un día para rodar. Se pedía luz prestada a los vecinos si se rodaba en alguna calle oscura o que faltara luz, no se pedía permiso para rodar en ningún momento, básicamente esta es la forma guerrilla de filmar.

Cabe destacar que en el equipo había grandes talentos como Mauro Barreca en dirección de fotografía, Lucas Acquaroli en producción y asistencia de todo tipo, Martin Pérez en edición, Jimena Chávez en sonido, Celeste Arrizabalaga en maquillaje y diseño de producción, personas que pusieron todo de sí para que esto, que empezó como una tesina, tomara la magnitud de opera prima, fuera un proyecto de todes y autogestionado.
No hay que olvidar al elenco encabezado por dos actores rosarinos de primer nivel como Luis M. Fitipaldi y Maria Celia Ferrero que lideraron un grupo sensacional de actuación para llevar adelante lo que el guión requería y en los momentos de preparación llevar diversión y paciencia al grupo.

En 2012 logro contactar con la redacción de la revista La Cosa, especializada en cine de género y fantástico de tirada nacional, para que nos dediquen una nota. Al no estar finalizado el film pacté una entrevista con el director de la película. Esta entrevista se puede encontrar en el número 192 de octubre de 2012 de la publicación.

El espíritu del cine de guerrilla es el de la realización audiovisual como sea. Si bien el cine de género nacional (terror, policial, thriller, sci-fi), se vio revitalizado en estos últimos años por algunos films como ser Aterrados de Demian Rugna (2018) y Muere Monstruo Muere de Alejandro Fudel (2018), esto no alcanza para crear un circuito o una escuela sobre estos géneros.
Es así que la mayoría de las producciones audiovisuales de este tipo son independientes y autogestionadas o con subsidios muy pobres para llevar adelante el proyecto de la manera más “profesional” posible.
Esto no quiere decir que no se elija esta forma de producción, de hecho grandes leyendas comenzaron así. Steven Spielberg, François Truffaut y James Cameron, comenzaron de manera muy independiente o realizando films clase B, películas como Pirañas 2 de Cameron bajo la supervisión de Roger Corman, un experto en este tipo de cine. Truffaut y la nouvelle vague, llevaron a cabo este tipo de producción a finales de los ‘50 en Francia. Mucho del cine de terror de los 80 fue realizado así, Carpenter quien quería absoluta libertad a la hora de la creatividad manejaba presupuestos irrisorios para el tamaño de película que pensaba. Hoy en su mayoría esos films son de culto o leyenda. La corriente Dogma ’95 retoma el cine de guerrilla, su máximo exponente fue Lars Von Triers, Los Idiotas una de los films mas representativo de este particular movimiento. 

Volviendo a Ataque Ceniza, el film fue finalizado en el año 2014, tuvo un estreno a su medida consiguiendo colarse en el festival más importante de toda Latinoamérica de cine de género, el Buenos Aires Rojo Sangre del mismo año.
Una película necesaria en cualquier visionado santafesino, diciendo presente que se puede hacer otro cine al que estamos acostumbrado a ver o realizar por estas llanuras. 

Donde se puede ver el film?

Aquí les dejo el link: https://www.youtube.com/watch?v=sVShjgzo20Q&t=36s