
Sheinbaum rechaza una posible intervención militar de Estados Unidos en México
“Podemos colaborar, pero nosotros no aceptamos una intervención de ningún gobierno extranjero“, dijo la mandataria mexicana tras la amenaza de su par estadounidense.
Las calles de Estados Unidos volvieron a llenarse de gente, esta vez no para celebrar nada, sino para resistir el avance represivo de un gobierno que decidió perseguir a los inmigrantes como si fueran enemigos internos.
Internacionales08/10/2025
La Mecha Encendida
Las calles de Estados Unidos volvieron a llenarse de gente, esta vez no para celebrar nada, sino para resistir el avance represivo de un gobierno que decidió perseguir a los inmigrantes como si fueran enemigos internos.
Mientras el presidente Donald Trump ordena redadas masivas y militariza ciudades con tropas de la Guardia Nacional, miles de personas se movilizan en repudio a lo que ya muchos describen como el inicio de una “guerra civil fría” dentro del propio territorio estadounidense.

Las escenas se repiten de costa a costa: en Chicago, Los Ángeles y Portland, agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) irrumpen de madrugada en viviendas, con armas largas y gases lacrimógenos. En algunos casos, las redadas derivaron en tiroteos y enfrentamientos con manifestantes. En Chicago, una mujer fue baleada por agentes fronterizos durante una protesta, según confirmó la agencia Reuters.
La respuesta del gobierno fue más represión: el despliegue de tropas de la Guardia Nacional —incluso sin autorización de los gobernadores locales— y amenazas de aplicar la Ley de Insurrección, una norma que permitiría militarizar el país bajo el pretexto de restablecer el orden.
Mientras tanto, los gobernadores y alcaldes de signo demócrata denuncian una “ocupación federal” de sus ciudades. Organizaciones de derechos humanos alertan por detenciones arbitrarias, brutalidad policial y ataques contra periodistas que cubren las manifestaciones. Pero desde la Casa Blanca no hay señales de retroceso: se insiste en que las operaciones son necesarias “para hacer cumplir la ley”.
Un país dividido y una pregunta que crece
En un país donde millones de trabajadores migrantes sostienen la economía más poderosa del planeta, la ofensiva del gobierno no sólo busca disciplinar la frontera, sino también reinstalar el miedo como forma de control social.
Las protestas se expanden, los choques se multiplican y la tensión política crece al punto de que ya se habla, abiertamente, de un escenario de fractura interna.
En nombre de la “seguridad nacional”, Estados Unidos parece hoy enfrentarse a su propio espejo: el de un Estado que militariza su territorio y reprime a su propio pueblo.

“Podemos colaborar, pero nosotros no aceptamos una intervención de ningún gobierno extranjero“, dijo la mandataria mexicana tras la amenaza de su par estadounidense.

Tanto Johannes Káiser como Evelyn Matthei, tercero y cuarta en la primera vuelta, manifestaron su apoyo al candidato de ultraderecha, haciendo matemáticamente muy difícil el triunfo de la postulante del Partido Comunista, Jeannete Jara, en la segunda vuelta del 14 de diciembre.

Sin dar detalles, el secretario de Defensa estadounidense anunció esta operación militar con la excusa del narcotráfico, tras desplegar el buque de guerra más grande del mundo en las costas del Caribe y realizar 19 ataques a lanchas en los que asesinó a 80 personas.

Aunque la principal economía europea no registra un caso de polio salvaje adquirido localmente desde 1990, la aparición del virus en el alcantarillado activa las alarmas sanitarias. La detección, realizada a través de los programas de vigilancia ambiental, subraya la importancia de mantener altas tasas de vacunación.

La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, emitió una enérgica advertencia contra las amenazas de intervención militar en Nigeria por parte del presidente estadounidense.

El gobierno de Donald Trump justifica las operaciones como parte de una cruzada contra el narcotráfico, pero Venezuela denuncia que los ataques buscan un cambio de gobierno en el país.

El mandatario calificó los ataques contra comunidades cristianas como una "amenaza existencial" y anunció que declaró a Nigeria como un "país de especial preocupación" por graves violaciones a la libertad religiosa.

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva rechazó categóricamente cualquier intervención militar terrestre de Estados Unidos en territorio venezolano, en medio de crecientes tensiones regionales por el despliegue naval yanqui en el Caribe. Sus declaraciones, pronunciadas en Belém durante preparativos para la COP30, llaman a la cooperación contra el narcotráfico en lugar de "ataques innecesarios".

Sin dar detalles, el secretario de Defensa estadounidense anunció esta operación militar con la excusa del narcotráfico, tras desplegar el buque de guerra más grande del mundo en las costas del Caribe y realizar 19 ataques a lanchas en los que asesinó a 80 personas.

Reclaman, entre otras cosas, “una jubilación mínima de $1.250.000 proporcional en todas las escalas, que respete la canasta básica total de la tercera edad”.

El encuentro se realizará desde este sábado 22 de noviembre al lunes 24.

Ante la tragedia que enluta a la provincia por el consumo de estupefacientes adulterados con el potente opioide, los allegados a las víctimas se movilizarán al recinto legislativo para exigir un tratamiento urgente de la problemática y la sanción de normativas que refuercen la prevención y la asistencia.

La Historia a veces regala causalidades que nos obligan a reescribir el sentido de los calendarios. Hebe de Bonafini nos dejó un 20 de noviembre, precisamente el Día de la Soberanía Nacional.