El Gobierno reconoció que nunca existió la auditoría sobre los comedores con la que frenó la entrega de alimentos

El Ministerio de Capital Humano admitió que el informe de auditoría que el oficialismo había esgrimido como argumento para suspender el envío de alimentos a los comedores comunitarios nunca existió.

Nacionales05/09/2025 Redacción LME


 La revelación quedó plasmada en una respuesta oficial a un pedido de acceso a la información pública, dejando al descubierto que la denuncia sobre supuestos “comedores fantasmas” carecía de sustento documental.

El reconocimiento contradice las palabras que en mayo de 2024 había pronunciado el entonces jefe de Gabinete, Nicolás Posse, cuando aseguró ante el Congreso que “casi la mitad de los comedores no existían” y que esa auditoría justificaba la decisión de paralizar la asistencia alimentaria. Lo que Capital Humano aclaró ahora es que no hubo auditoría formal, sino apenas verificaciones parciales y controles territoriales, sin el aval de un informe técnico regulado por la ley.

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Según los propios datos oficiales, entre febrero y abril de 2024 se relevaron apenas 2.193 espacios del Registro Nacional de Comedores, de los cuales 1.161 fueron identificados como comedores o merenderos. En el resto, un 33% ya no funcionaba, un 25% tenía datos inconsistentes y un 16% se encontraba en direcciones inexistentes. Pero el relevamiento representó menos del 6% del total de comedores registrados en el país, lejos del 50% denunciado públicamente por el gobierno.

Mientras tanto, miles de familias quedaron durante meses sin la asistencia alimentaria que recibían a través de esos espacios comunitarios. Las organizaciones sociales vienen denunciando que se trató de una maniobra deliberada para estigmatizar a los comedores populares y justificar el ajuste sobre los sectores más vulnerables. “De los siete comedores denunciados como fantasmas en San Martín, cinco siguen funcionando”, señaló un referente del Movimiento Evita, graficando el nivel de manipulación que hubo detrás de las cifras oficiales.

La admisión del propio ministerio derrumba así el argumento central con el que el gobierno intentó instalar la idea de un sistema plagado de irregularidades. La crisis alimentaria que atraviesan los barrios populares expone la distancia entre las declaraciones oficiales y la realidad de quienes, cada día, sostienen con su trabajo voluntario los comedores que alimentan a millones de personas en la Argentina.

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