Cooperativa Duilio: "No podía ser que este grupo de personas sólo sirviera para juntar basura"

Julio Rojas es el referente de un grupo enorme de trabajadores que comienza hace muchos años como recicladores y que actualmente llevan adelante uno de los emprendimientos cooperativos más importantes del país. Se encuentra en las afueras de Lezama, en la provincia de Buenos Aires y cuenta con 400 personas trabajando directa o indirectamente en este polo productivo que entrelaza actividades tan disímiles como una rectificadora, una verdulería y un aserradero. Todo a partir de la organización de personas que vivían de revolver la basura.

Entrevistas 26/02/2024 Martin Orellano Martin Orellano
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La entrevista a Julio Rojas se realizó en el marco del micro radial  "País Cooperativo" donde se recorre todo el territorio nacional buscando visibilizar proyectos asociativos de diferentes áreas productivas.


"La verdad es que comenzamos cirujeando en los basurales hace 17 años y fuimos creciendo exponencialmente en esto que llamamos la mejor versión de la Economía Circular y de la Comunidad Organizada y con el diario del Lunes podemos decir que estamos más que orgullosos y felices de lo que conseguimos".

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"Todo el romanticismo se muere cuando te tenés que meter en la basura, nos han puestos muchos nombres más agradables pero nada tiene de bueno sobre todo en los inicios. Es muy triste y muy duro para quienes tienen que estar cirujeando. Nosotros insistimos en remarcar el origen porque creemos que se puede salir adelante pero con una organización comunitaria".

El referente también señaló las falencias formativas que la educación arrastra. "No estamos educados para pensar de manera alternativa. Nos educan para ser empleados y después si no tenés trabajo estamos sin entender nada. No tenemos educación para ser emprendedores, cooperativos o asociativistas. Creemos que es uno de los grandes problemas en la formación de trabajadores".

"Como cooperativa nos conformamos en el 2012 aunque veníamos trabajando en el 2007 que veníamos trabajando en el basural. Ahí empezamos a organizarnos. Todo viene de aquella crisis del 2001". 

Rojas también nos contó cuáles fueron sus orígenes. "En lo personal vengo desde el conurbano buscando una vida más tranquila y me encuentro con que el fondo del problema, que hizo que mi lugar de origen explotara como lo hizo, es el olvido. Nos organizamos y nos pusimos de acuerdo y hoy es un triunfo que ha permitido que en este momento estamos tratando el 30% de los residuos". 

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"Este trabajo con los residuos es un logro enorme del cual estamos muy orgullosos, conseguimos desterrar el cirujeo de nuestro lugar llegando a ser el tercer empleador de la ciudad y somos la segunda industria en cuanto a su capacidad instalada". 

Consultado también sobre las actividades desarrolladas por este emprendimiento nos relataba lo siguiente: "Tenemos una diversidad muy grande, en la cooperativa de reciclado somos 32 pero también tenemos un aserradero que fabrica cajones de madera, también un criadero de cerdos, una radio, un taller mecánico con rectificadora, además de la verdulería más grande de la ciudad,  y una pizzería más una fábrica de premoldeados de cemento". 

"Son ocho procesos productivos que han conformado cinco cooperativas independientes que trabajamos en conjunto".

"Hoy a pesar de la crisis podemos decir que vamos a poder sobrevivir, entendemos que esta organización es la única manera de enfrentar el poder concentrado. Nos reunimos con el intendente de Cambiemos y podemos discutir para construir". 

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Julio rojas señaló que la diferencia la pudieron realizar a partir de comprender sus potencialidades. "Me considero un emprendedor de toda la vida, uno emprende y muchas veces lo que faltan son las herramientas. Al principio éramos 25 familias que vivíamos de la basura y lo que nos dio la organización era la posibilidad de hacer otra cosa. La fortaleza era juntarnos y desarrollarnos a partir de nuestras potencialidades. A Algunos les gustaba la carpintería y eso sólo no alcanzaba, también encontramos a alguien que podía llevar adelante el emprendimiento y conducir para así formar una carpintería que fabrica cajones".

"No podía ser que este grupo de personas sólo sirviera para juntar basura, había que encontrar las herramientas para el desarrollo de cada una de ellas. El valor de las personas es muy alto y hay que encontrar la manera de producir e industrializar diferente a la que el mercado te cuenta. No es necesario tener robots ni esclavos".


"Se trata de un proyecto enorme que hoy podemos decir con orgullo que estamos abiertos a seguir tomando gente y demostramos que esta manera, funciona".

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