El Legado de Néstor

Para que el 27 de octubre del 2010 pase a la historia fue necesario que existieran un montón de personas y que éstas sintieran un dolor muy profundo cuando anunciaron su muerte.

Néstor aparece en la política con muy poca representatividad social, de hecho al ganar las elecciones son más los desocupados que quienes lo apoyaron electoralmente. Ni siquiera había sido el ganador de aquella contienda porque en primer lugar había quedado Carlos Saúl Menem.

En el último episodio de su vida pública Menem pretende restarle gobernabilidad retirándose del balotaje y dejando que asuma con solo 22% de los votos.

En Argentina había una mayoría que no lo apoyó y que no creía en él por muchos motivos, pero principalmente por el descreimiento general hacia la política. Fueron necesarias muchas acciones en el gobierno de Néstor kirchner para que la sociedad relajara su desconfianza y en los cuatro años de su gestión su imagen positiva fue en aumento al punto de que cuando se pensó la elección siguiente todos daban por descontado que su reelección estaba garantizada.

Fue su acción de gobierno y los resultados obtenidos en la gestión que permitieron que miles de personas millones volvieran a creer que la "política" era la herramienta de transformación de la sociedad.

Y eso no era poco.

Veníamos del 2001 y la posibilidad cierta de que no hubiera continuidad del Estado tal como lo conocíamos porque la decepción era tan grande que lo único que se gritaba en las calles era... "que se vayan todos".

Pero la ilusión volvió a prenderse y desde esa elección donde una minoría lo había acompañado, para la siguiente elige a su compañera de vida y de política para que asuma en su lugar y el acompañamiento popular le permitió ganar en primera vuelta.

Como ex presidente su figura siguió creciendo ya a niveles internacionales siendo nombrado presidente de la Unasur, un organismo recientemente creado que pretendía generar política soberana en América latina. Tal vez el hecho más recordado sea su intervención entre Venezuela y Colombia cuando estuvo a punto de estallar un conflicto armado.

Luego del 2010 su figura siguió creciendo y pasó de ocupar un lugar en las discusiones públicas al santuario de las paredes de los barrios y miles de murales y grafitis llevaron su nombre.

El pueblo entendió que tenía un legado que Néstor les dejaba.

El pueblo no olvida a quien no lo traiciona.

Y entre los elementos que el legado de Néstor impregnó en la sociedad estaba la ilusión de creer en la política.

La ilusión no se gesta fácilmente y por el contrario en nuestra historia tenemos más hechos que han roto la ilusión que los hechos que la han encendido. 

Esa ilusión se vuelve a producir generación tras generación con alguna figura que despierta la confianza social y permite comprender que la discusión política que la posibilidad de ocacionar transformaciones que cambiar la vida de las personas depende de la política.

Así como asistimos al fenómeno de Néstor kirchner que creció desde ese 22% inicial a ocupar las paredes de los murales en los barrios, vimos que mucha gente se ilusionó con Mauricio macri y creyó que venía a causar un "cambio" que iba a mejorar la vida de los argentinos y el 51% lo acompañó en el 2015 para generar ese cambio.

Pero eso no sucedió y muchísimo se desencantaron de Macri y de la política.

Apareció la jugada magistral de Cristina Fernández de kirchner el 18 de mayo del 2019 que permitió gambetear todos los medios de comunicación en contra que tenía el espacio nacional y popular y poner en la palestra la figura de Alberto Fernández. A quien le habían tirado la alfombra roja durante años, siempre que sea para hablar mal de la misma Cristina Kirchner.

Y fue su fórmula presidencial la que se encargó de volver a generar una ilusión en la sociedad. 

Pero luego se convirtió por sus propias limitaciones, en el presidente del "deportivo amago y reculo" 

Muy lejos de aquellos momentos de la pandemia donde mostró su mejor versión, su figura se apagó tibiamente casi sin dejar rastros.

Y en los últimos dos años fue la figura de Javier Milei la que ilusionó a un montón de pibes que creyeron que con la política de La Libertad Avanza podían cambiar el mundo y mejorarlo. 

Y podemos discutir los modos y los modales de quién encarnaba esa ilusión pero es absolutamente cierto que su representatividad social fue la que le permitió ser el candidato más votado en las PASO.

Pero algo pasó en las últimas semanas donde su rostro más desequilibrado y sus acciones más perversas fueron ganando espacio y frenaron la posibilidad de crecimiento desde las PASO hacia las elecciones generales.

No hace falta andar mucho en las redes para encontrar quienes se han decepcionado de la figura de Javier Milei y de su espacio político.

Hace mucho tiempo se viene hablando de la crisis de representatividad política y lo preocupante de lo que pasó con Javier Milei en estas últimas entrevistas tiene que ver con una nueva representatividad rota.

Que vuelve a decepcionar a un espacio que ingresa a la política, en su mayoría juvenil, que sale muy golpeado de la pérdida de ilusión y se retira con un pensamiento muy cercano al "que se vayan todos".

Seguro que el dolor de la decepción política no ocupará un lugar importantísimo en sus vidas y que estarán ocupados en el próximo tiempo en maldecir a todos los políticos y que cuando alguien se les presente por delante con nuevas promesas les costará mucho creer pero ese es el mal menor.

Tenemos que preguntar qué ha pasado en la historia para que gane la reivindicación de la dictadura cívico militar, para que discutamos si el mercado debe dominar las relaciones sociales, para que discutamos la venta de órganos, para que tomemos como válido un discurso agresivo y expulsivo, para que consideremos que el socialismo es una aberración y para considerar que la justicia social es detestable.

¿Cómo es posible que estas ideas engendren una mayoría social que va a ser la primera perjudicada por la implantación de un sistema que beneficiaría a los de siempre y perjudicaría a los de abajo?

La política en Argentina tiene muchas cuestiones pendientes con nuestra historia y algunos elementos a favor. Tal vez el sistema educativo poco haya colaborado para que la comprensión del fenómeno político esté al alcance del conjuntos social

La obligación para quienes entendemos que la herramienta de transformación tiene una importancia superlativa en la organización social y sobre todo en la vida de los más desprotegidos es ineludible.

Recordar a Néstor es recordar a quien volvió a encender la chispa de la ilusión política.